Es posible aumentar la vida útil y el rendimiento de los neumáticos manipulándolos y almacenándolos correctamente cuando no se utilizan. Por lo tanto, es muy importante saber cómo hacerlo.
Antes de guardar los neumáticos, se recomienda limpiarlos correctamente con agua para eliminar restos de sal y se deben secar. Los neumáticos deben mantenerse en un lugar fresco y, preferentemente, bien ventilado sin luz solar directa. No se deben almacenar junto a dispositivos electrónicos que emitan ozono, como equipos de soldadura, transformadores o motores eléctricos. Además, los neumáticos no deben entrar en contacto con productos químicos, disolventes, lubricantes o productos basados en aceite, pues la capa de goma de los neumáticos podría verse afectada, así como su vida útil.