Los neumáticos de verano están diseñados específicamente para las condiciones meteorológicas más cálidas. Son la elección perfecta para cuando hace sol, las carreteras están despejadas y no hay nieve ni hielo. Por lo tanto, si va a realizar viajes por carretera o circular por la ciudad durante los meses de verano, estos neumáticos le ofrecerán un rendimiento y agarre óptimos cuando más lo necesite.

Depende del lugar en el que viva. Si se encuentra en una zona cálida con inviernos suaves, puede utilizar neumáticos de verano durante todo el año. Sin embargo, si hay temperaturas gélidas, hielo y nieve en invierno, lo más seguro es que cambie a neumáticos de invierno o para todas las estaciones para una mayor tracción.

Depende del lugar en el que esté. Si se encuentra en una zona con un clima más cálido e inviernos suaves, normalmente puede utilizar los neumáticos de verano durante todo el año sin ningún problema. No obstante, si el invierno trae consigo temperaturas gélidas, hielo y nieve, es aconsejable cambiar a los neumáticos de invierno o incluso los neumáticos para todas las estaciones para una mayor tracción y seguridad.

Los neumáticos de verano están diseñados para los días soleados y cálidos. Si las temperaturas bajan y hay hielo o nieve, deberá dejar de usar los neumáticos de verano. El caucho y el perfil no están pensados para dichas condiciones. Sustitúyalos por unos neumáticos de invierno o para todas las estaciones para garantizar un mayor nivel de agarre y seguridad en la carretera.

Supervisar los neumáticos es fundamental para mantener la seguridad en la carretera. Asegúrese de programar revisiones periódicas con sus especialistas en neumáticos. Detectarán cualquier daño y solucionarán los problemas que pudieran dar lugar a vibraciones. Y no se olvide de la presión de los neumáticos: es crucial para una conducción suave y segura. Intente comprobar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes para que todo vaya bien.